Para la mayoría de los padres hay una fina línea entre demasiada independencia y demasiado poca. Queremos que nuestros hijos se sientan lo suficientemente seguros para explorar y hacer cosas por sí mismos, pero también queremos poder controlar las situaciones en las que se ven envueltos. Hay algunos pasos que podemos dar para promover la independencia de nuestros hijos y sentirnos cómodos con ello.
1. Hazles sentir seguros
Los niños se irán haciendo más independientes si se encuentran en un ambiente en el que se sientan seguros. Esto empieza cuando aún son bebés. La primera vez que desapareces de su vista y experimentan ansiedad de separación es un paso de gigante para ellos. Siendo consciente de las necesidades de tu hijo y guiándole a través de los problemas con la separación de una manera positiva, podrás ayudarle a sentirse seguro. Este es el primero de los muchos pasos que tu hijo dará hasta llegar a ser independiente. Por ejemplo, si estás en la habitación de al lado y tu hijo se queja porque no puede verte, puedes hablar con él desde donde estés. Así oirá tu voz y será consciente de tu presencia. Aunque al principio el tiempo que los niños aguantan solos es muy corto, poco a poco se irá ampliando y ambos os sentiréis tranquilos aunque no os estéis viendo.
2. Anima, pero no presiones
Algunos padres desean ayudar tanto a sus hijos a ser independientes que terminan forzando la situación. Por ejemplo, mandar a un niño a un campamento de verano cuando aún no está listo, puede ser más perjudicial que beneficioso. Animar a tu hijo a dar pasos hacia la independencia es mejor que forzarle. Se puede probar un campamento urbano, en el que el niño pasa el día fuera y regresa a casa por la tarde. Es mejor avanzar hacia la independencia lentos, pero seguros.
3. Déjales que se equivoquen
Es importante que los niños experimenten las consecuencias naturales de sus acciones. Así les dejamos que vayan sintiéndose cada vez más cómodos resolviendo situaciones y siendo más independientes. A veces, hay que dar un paso atrás y dejar que nuestros hijos cometan un error. No tenemos que dejarle caerse de los columpios para que aprenda, pero sí podemos ver como intenta subir por el lado más difícil, hasta que se dé cuenta de que tiene otras opciones mejores.
4. Pídeles que te ayuden
Una manera sencilla de fomentar su autonomía es pedirles ayuda con pequeñas tareas. Por ejemplo, puedes pedirle que te ayude a poner la mesa o a colocar los juguetes en su sitio. Cuando los niños asumen responsabilidades, se dan cuenta de que son capaces de muchas cosas.
Conclusiones…
Con el tiempo, tu niño se convertirá en un adulto independiente (aunque a veces parezca que ese momento no llegará nunca). Es nuestro trabajo como padres ayudarles a que aprendan esa autonomía y podemos empezar a hacerlo desde que son muy pequeños. Además, como psicólogos infantiles en Aranjuez, podemos enseñarte éstas y otras muchas técnicas para ayudar a que tu hijo se convierta en una persona independiente y feliz.
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