Cuando nos planteamos el acudir a un psicólogo para que nos ayude, son muchas las dudas y miedos que nos pueden venir, sobre todo si no sabemos qué es lo que nos vamos a encontrar
En primer lugar tenemos que saber cual es la orientación que éste presenta, ya que trabajará de una manera u otra. La nuestra es la cognitivo conductual. En ella trabajamos a través de las cogniciones o pensamientos, de nuestras ideas e interpretaciones de manera que podamos generar emociones positivas. Por otro lado, también se trabaja sobre la conducta, sobre qué cosas podemos hacer para estar bien y mejorar.
Porque aquí siempre dejamos claro que la persona no está mal porque quiere, sino porque no sabe cómo hacer frente a los problemas a los que se enfrenta y necesita ayuda para saber cómo gestionarlos y afrontarlos. Ahí es donde entra un psicólogo.
El objetivo principal es el poder crear un entorno seguro, donde se puedan expresar todos nuestros miedos, dudas y problemas, donde se pueda hablar de lo que te preocupa sin miedo al rechazo. Ningún problema es demasiado pequeño si realmente te está afectando, por lo que merece toda nuestra atención.
Así, en una primera sesión, hablamos de manera que podamos evaluar cuál o cuáles son las dificultades que se presentan, generando un modelo explicativo que puedas comprender. De este modo, podrás entender el porqué estás así y porqué se mantiene ese malestar en el tiempo. Hay muchos factores que pueden influir en que esto ocurra y de los que no somos conscientes, por lo que tenemos que identificarlos y trabajarlos.
Se plantea entonces, un plan de tratamiento, de objetivos y estrategias a desarrollar, de herramientas que permitan ir haciendo frente a tu malestar y el volver a estar bien, y sobre todo el poder manejar estas dificultades si vuelven a presentarse en un futuro.
Te animamos a venir si tienes un problema. Juntos, podemos encontrar la mejor solución.